En el año 2021 recibimos el encargo por parte de la Secretaría General para el Reto Demográfico del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España de diseñar y redactar una guía que definiera en que debían consistir los Centros de Innovación Territorial y cómo debían de ponerse en marcha. Siempre estaré agradecido a Paco Boya, Secretario General para el Reto Demográfico, y a su equipo por la confianza mostrada y por brindarnos la oportunidad de ahondar en la linea de trabajo y metodología que llevábamos desde hacía años desarrollando en Rural Citizen y que los Centros de Innovación Territorial han permitido escalar y acelerar a nivel local y nacional.
Una metodología que nació de la reflexión, el análisis y la experiencia de campo se ha convertido en la hoja de ruta para afrontar el reto demográfico de provincias y comunidades, como Teruel, Cuenca, Cáceres, Badajoz, León, Asturias, Lleida, Huesca, Jaén y otras que se están sumando al proceso para crear ecosistemas de innovación territorial que den respuesta a los retos rurales que afrontan estas provincias. Algunas de ellas han sabido adaptar sus políticas a esta nueva forma de acercarse a los territorios con una mirada más colaborativa, inclusiva, holística y que responde ante liderazgos facilitadores, otras les está costando cambiar viejas inercias, superar la burocracia enfrentada a la innovación y desatascar liderazgos jerárquicos, que creen que son los que les hace mantener el teórico control.
Lógicamente no hace falta implementar un Centro de Innovación Territorial para aplicar el potencial transformador de la metodología de la matriz de la Innovación Rural, de la capacidad que tiene de acelerar y cambiar inercias en los territorios. La IR acerca nuevas formas de actuar sobre una comarca con una mirada sistémica que necesita de tiempo para transformar las realidades, crear un nuevo imaginario y hacerse costumbre. Lo que está claro es que no podemos seguir desarrollando políticas basadas en acciones reactivas y aisladas ante los retos del mundo rural como hemos venido haciendo desde hace más de 40 años. Los resultados están ahí, hasta ahora hemos hecho frente a los síntomas con mayor o menor éxito (el relevo generacional, el envejecimiento, la perdida de población, la movilidad, la conectividad, …), la parte visible del problema. Se han desarrollado políticas y servicios que tratan de forma directa paliar los síntomas, pero no las causas que los producen. Algunas de ellas han tenido éxito a corto plazo, pero la tendencia global va a peor, seguimos perdiendo población en nuestros pueblos en beneficio de las grandes ciudades.
Las causas no son tan visibles como los síntomas, ni tan “fáciles” de abordar. Debemos de generar estrategias que procuren un cambio real en todas las esferas que se relacionan con el mundo rural, que dé respuesta al Reto Demográfico. Por ejemplo, no podemos afrontar las causas del Reto Demográfico desde el modelo individualista y competitivo imperante. Debemos trabajar para cambiar el paradigma del mundo rural y la forma de mirarlo. Hay que desarrollar herramientas desde la innovación social y relacional que permitan abordar las causas de forma global y colaborativa con todos los grupos de interés que están vinculados al Reto Demográfico.
Necesitamos de nuevas fórmulas que permitan reactivar nuestros territorios desde la colaboración, la inteligencia colectiva, la innovación social para crear ecosistemas más intuitivos que compartan conocimiento, que procuren relaciones y contactos más allá de los límites territoriales para generar oportunidades reales y así dar respuesta a las necesidades que tenemos en nuestros pueblos.
Fantastico Ivan, totalmente de acuerdo, tenemos que ayudar a que los cambios vengan de "abajo a arriba" para nazcan de la colaboración y la población los sienta como propios y no como algo impuesto desde los grandes centros de tomas de decisiones. Tenemos que trabajar unidos para que lo rural tome las riendas de lo que quiere ser y a donde quiere ir.
Un abrazo