En días como hoy recuerdo la irónica frase de Joel Pett: "¿Y qué pasa si eso del cambio climático es un engaño y estamos haciendo un mundo mejor para nada?". Al fin y al cabo, es peligrosa esta manía para actuar por un mundo mundo mejor sólo si es estrictamente necesario. Hacer un mundo mejor no necesita explicaciones. No necesita excusas ni estados de excepción. Actuar cuando sea la única opción que tengamos dirá muy poco de nosotros.
La expresión “Piensa globalmente, actúa localmente", tan de moda hace unos años ha pasado a un segundo lugar en los mantras del activismo social. Era una expresión que invitaba a la población a tener en cuenta la salud del planeta en su conjunto realizando acciones pequeñas en sus propias comunidades.
Mucho antes del temor a l cambio climático, ya existían muchos individuos unidos para proteger el entorno en el que habitaban. Estos pequeños esfuerzos se conocen como esfuerzos de base o de raíz y suelen ocurrir a nivel local y de forma voluntaria. ¿Para salvar el planeta? No, para salvarnos a nosotros mismos. Para ser más felices en nuestros día a día siendo coherentes con nuestras ideas, empáticos con lo que nos rodea y orgullosos de la realidad que estamos construyendo.
En esta nueva etapa, podemos existir como un grupo no competitivo en donde se dan apoyo mutuo independientes de la sociedad. Como un proceso que emana de las necesidades y los deseos de cada individuo y no en un proceso externo donde los individuos están a merced de lo colectivo.
Así se produce un humano con una nueva individualidad y una nueva conciencia global como consecuencia lógica del ciclo evolutivo. Pensemos en un humano presente y permanente. En la amplificación de un individuo, la multiplicación de existencias individuales no restringidas por el tiempo y el espacio.
Las manifestaciones de este tipo de evolución humana pueden resultar contradictorias, pero eso es lo más interesante. La antigua evolución es fría, estéril, efectiva. Y sus manifestaciones son de adaptación social. Hablamos de parasitismo, dominio, moralidad, depredación... siempre sujeto al énfasis. La nueva evolución nos ofrece rasgos humanos como la empatía, la lealtad, la justicia, la libertad. Estas serían las manifestaciones de una nueva r.evolución. Y son muy esperanzadoras.
Exacto María, aunque no existiera el "cambio climático", hay que iniciar transformaciones que no admiten espera. Nuestro desaforado consumismo es causa de miseria en grandes partes de nuestro mundo, y de exterminio de especies animales y vegetales. Hay que hacerlo sí o sí, independientemente de la temperatura que haya ahí fuera.
Yo cambiaria el slogan por "Piensa localmente, actua localmente". Creo que la globalización se ha acabado. Yo ya con lo único que puedo contar es con lo y con los que tengo alrededor. Creo que la gente dejó de lado el mundo rural y la naturaleza, gran error, pero creo que una de las cosas buenas de lo que está pasando es que la gente va a reflexionar y las cosas se van a volver a poner en su sitio. Hay que fundirse con la naturaleza y unirse a ella. Creo que las smart cities han muerto, o por lo menos yo os las regalo todas, yo no tengo nada ya que hacer alli.
Si algo está haciendo florecer esta situación que estamos viviendo es la visualización de que somos seres interdependientes y no seres individuales; y está mostrando nuestra faceta más solidaria.