Implicar a los más jovenes en las tradiciones y los oficios rurales no es fácil. En los pueblos del Pirineo, el relevo generacional en actividades relacionadas con la ganadería, la agricultura y la transformación en productos agroalimentarios se va perdiendo día a día. En casa, ya son las abuelas las únicas conocedoras de estos saberes, básicos para la soberanía alimentaria de las familias y para la conservación de la identidad colectiva.
En Estamariu, un pueblo de 130 habitantes del Pirineo catalán, estamos trabajando en un "casal d'estiu" (campamento de verano) dirigido a jóvenes de entre 10 y 17 años que tiene el objetivo de guiarlos en el aprendizaje de la elaboración de productos derivados de la leche, los cereales, el huerto, el bosque y la madera.
Cinco días intensos en que les acompañarán vecinos y vecinas "expertos" en la elaboración de requesón, pan, conservas y una caja nido que colocarán estratégicamente en los bosques de los alrededores.
Ah! Y con la colaboración de una productora audiovisual que se ha instalado en el pueblo (y que trabaja en proyectos en todo el mundo), haremos un cortometraje para documentar la experiencia.
Os iremos informando!
Hola!
Me encanta la iniciativa, ya nos vais contando. Mucho éxito