Las personas que retratamos en el estudio itinerante en que se convierte nuestra autocaravana la Bitxa, pertenecen a pueblos con menos de 500 habitantes, en los que el entramado social que los mantiene vivos es muy complejo.
Como fotógrafos, nos convertimos en facilitadores para la creación comunitaria de un Archivo de retratos que se entrega a los pueblos como legado colectivo que refleja su presente y mantiene viva su memoria.
En un contexto en el que la supervivencia de muchos de estos pueblos pende de un hilo, Retrato Nómada es una celebración de la identidad compartida a través de los retratos. La Bitxa se convierte en lugar de encuentro neutro, donde a través de los retratos individuales que se les realizan en el estudio itinerante, se pone en valor a cada individuo como elemento importante de su comunidad. La suma de los retratos despierta un sentimiento de orgullo y pertenencia a su pueblo, a su comunidad, siendo el Archivo resultante testimonio de la interdependencia y la conexión humana de estas comunidades rurales.
El análisis antropológico que subyace del proyecto, examina la transformación demográfica y las características actuales de las poblaciones rurales siendo, al mismo tiempo, un homenaje a la diversa colectividad rural.