«El bar no es solo un bar, da vida al pueblo y es el punto de encuentro de los vecinos»
Ana Fernández forma parte de la tercera generación que gestiona el bar-restaurante Las Brisas Pravianas, que abrió sus puertas en 1927 y que, hoy en día, es el único de Cañedo, su pueblo natal.
El restaurante vio nacer la fiesta del Xiringüelu en tiempos de sus abuelos. Ana lo reabrió con una ayuda leader gestionada por Grupo de Desarrollo Rural Bajo Nalón. Estos espacios son maravillosos termómetros de la actividad de nuestros pueblos, puntos de encuentro y, además, «si necesitas algo en un momento dado puedes acercarte a cogerlo o encargarlo»