Los flujos de trabajo y las propias relaciones están llenas de ruidos subjetivos que entorpecen los procesos y funcionan como ladrones de tiempo, esfuerzo y motivación. Los líderes rurales que desean ver como prospera su comarca tienen que estar atentos a buscar fórmulas, herramientas que reduzcan las distancias, alineen las posturas y agilicen los procesos.
La burocracia administrativa suele ser uno de los frenos que nos encontramos cuando tratamos de poner en marcha un proyecto colaborativo en una comarca, las instituciones se ven frenadas por la carga burocrática que acarrea y los innumerables trámites que hay que sortear. Obviamente necesitamos que los gobiernos nacionales y autonómicos revisen los procedimientos administrativos para simplificarlos; no puede ser que la carga administrativa de las instituciones menores como los ayuntamientos pequeños sea la misma que se exige a las ciudades o a otras instituciones mayores. Mientras eso se produce, debemos de buscar los mecanismo, los procesos que nos ayuden a agilizar el diseño y ejecución del proyecto dentro de la legalidad vigente.
Del mismo modo el llegar a acuerdos en algunas ocasiones se vuelve misión imposible dada la existencia de rencillas históricas entre vecinos, pueblos u organizaciones; situaciones enquistadas por cuestiones como que “ a tu abuelo se le escapo la yegua y destrozo mi huerto” o “porque cuando se hizo la última vereda no apareció tal vecino y ahora no le vamos a hacer que se beneficie de este proyecto; mejor no beneficiarse nadie”. Y así encontramos un cúmulo de barreras sociales, culturales, de raza, de sexo, de edad, culturales, religiosas... que normalmente no tenemos en cuenta y son muros que si no derribamos y allanamos pueden paralizar el proyecto o ralentizarlo eternamente.
Os invito a estar atentos a estas barreras, a detectarlas y a:
Crear atajos entre entidades. Tener la mirada en el propósito común que una las voluntades y centrarse en los retos del territorio.
Entrenar la capacidad de reducir tiempos entre las ideas y la creación de proyectos que den respuesta a los retos.
Replicar y adaptar soluciones de otras comarcas.
Disminuir las distancias emocionales y culturales.
Ser creativos en la simplificación burocrática.
Aprovechar el tiempo, focalizar los esfuerzos.
Generar conversaciones productivas. Huir de la deriva de conversaciones estériles hacia el pesimismo, las trabas, la crítica negativa, el juzgar a las personas y el desviar la mirada alejándose de los objetivos del proyecto.
Transformar la narrativa de problemas a oportunidades.
Procurar espacios de confianza.
Crear jornadas intensivas de cocreación para generar vínculos fuertes de relación.
Totalmente de acuerdo. Yo añadiría "Cargar las baterías con paciencia"
Fantásticas reflexiones!!!!!!!!