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Un desafío urgente: el relevo generacional

Actualizado: 1 mar

El mundo rural afronta, desde hace años, un desafío trascendental: el relevo generacional. Un reto que cada vez es más preocupante, prioritario y urgente.


Junto a la disminución de agricultores y ganaderos en nuestro país se une el envejecimiento del sector, la perdida de la propiedad de las tierras y la falta de profesionales que tomen el testigo. La edad media de quienes permanecen en la labor ronda los 62 años. Y apenas un 4% de personas jóvenes se encuentra al frente de las explotaciones agroganaderas en nuestro país.


El porcentaje de jóvenes en el sector primario de España es de los más bajos de toda la Unión Europea, un panorama que contribuye a agudizar la despoblación en los pueblos, aumentar los desequilibrios sociales de los territorios, acelerar la pérdida de servicios, frenar la actividad emprendedora tanto en el campo como en otros nichos de emprendimiento y empleo y, lo más grave, la perdida de la propiedad de la tierra. Es imprescindible poner freno, por medio del relevo generacional, a la compra de terrenos por parte de fondos de inversión y grandes empresas agroalimentarias. El suelo es un bien del país que si lo perdemos, perdemos nuestra soberanía y nos hacemos dependientes de terceros.


Ahora bien, hay mimbres para cambiar el rumbo. Para ello, necesitamos que las instituciones públicas a todos los niveles, las empresas, organizaciones y sociedad civil nos unamos en la creación de proyectos y programas que faciliten el relevo generacional con una mirada en la innovación y la generación de valor (social, medioambiental y económico), ayude en el acceso a la tierra, la formación, la igualdad laboral, el apoyo financiero, el uso de tecnologías, el emprendimiento en nuevas tipologías o sistemas de cultivo regenerativo y de calidad junto a pequeñas empresas industriales agroalimentaria para estimular el interés de las personas jóvenes por el mundo rural y por dar futuro a un sector clave de nuestra economía.


Según datos recogidos por el Ministerio de Agricultura, los jóvenes agricultores y ganaderos cuentan con mejor formación, invierten más en sus empresas, consiguen hacerlas más rentables y generan más trabajo. Es decir, tienen la capacidad de liderar el cambio estructural que requiere el sector primario e impulsar el mundo rural generándose nuevas oportunidades. Por tanto, hace falta facilitar su entrada y continuidad en el campo mediante una estrategia ambiciosa provista de un enfoque integral, colaborativo y con perspectiva de género.


Esta soberanía alimentaria solo puede darse de la mano de la soberanía energética. Las plantas renovables necesitan de grandes superficies y de puntos de accesos a la red para su despliegue, lo que en muchas ocasiones conlleva que los paneles solares se instalen en suelos agrícolas, provocando la sustitución de cultivos por fotovoltaicas y subidas de rentas por las tierras inasumibles para los nuevos agricultores. Al igual que se está potenciando el KM0 alimentario, debemos potenciar el KM0 energético: hay que fomentar el uso de la energía donde se produce; incentivar la industria a escala rural en nuestros pueblos.


En paralelo y desde el sector industrial es preciso resolver retos de relevo generacional en otros sectores que están desapareciendo en nuestros pueblos. Fijar y atraer población pasa igualmente por garantizar el relevo generacional en la artesanía y los oficios tradicionales, ese patrimonio cultural e inmaterial en vías de extinción que no podemos perder. Son motor económico necesario además de conservar nuestros pueblos, su idiosincrasia, su saber hacer. Un relevo generacional que tenemos que reimaginar, poniendo la innovación en cada oficio, en cada artesano; ser creativos en las soluciones y propuestas.


Es el momento de mostrar y demostrar que hay futuro en el mundo rural. Y este futuro pasa por actuar de forma transversal y colaborativa en el 84% del territorio que afecta de forma directa al 16% de las zonas urbanas de nuestro país. 


Vivimos una emergencia climática y territorial que requiere de medidas urgentes e innovadoras a la ahora de afrontar los retos. Debemos visibilizar iniciativas de relevo generacional que están funcionando, apoyar proyectos que sean escalables o replicables en otros territorios y visibilizar todas aquellas explotaciones, oficios, artesanos que quieren traspasar sus negocios y no encuentran el como. 


Hay mucho trabajo que hacer. Y lo primero es tener esta radiografía lo más precisa y actualizada posible de la situación en la que nos encontramos: identificar el qué, el cuánto y los porqués, para a partir de ahí comenzar a diseñar y ejecutar estrategias que afronten los retos desde las causas y de forma sistémica.



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Hay cosas que se están haciendo y...muy bien. Porque yo creo que las nuevas generaciones ya tienen que ir formadas y motivadas con los nuevos criterios del sector primario, la agroecología y agricultura regenerativo. En Älava se está haciendo una gran labor formativa de la mano de Sustraiak Habitat Desing. Y me dice su responsable que con gran aforo. Cuando se hacen las cosas bien...salen mejor. Y me imagino que no serán los únicos, y espero que sea esa la tendencia...ya no se pueden replicar los mismos esquemas en el primario...ojalá que este relevo llegue de la mano de la Tradición + la Innovación.

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Noelia Acougo
Noelia Acougo
Feb 26

Por alusión me toca comentar , ya que nos dedicamos durante 12 años al sector primario , siendo madre y emprendedora de una granja ecológica.

Realmente las cosas no están bien, las normativas específicas para granjas , están pensadas para grandes y macro granjas , haciendo inviable cualquier otro tipo de sistema . Realmente esto es un problema grande teniendo en cuanta que una gran parte del territorio rural tiene una orografía que impide hacer físicamente una producción de esos tamaños. Además creo firmemente que lo que nos da la fuerza son las pequeñas producciones locales y no las macro .

Además la precariedad en la que vivimos durante todo este tiempo es sangrante, criando y trabajando en el sector…

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Noelia Acougo
Noelia Acougo
Feb 26
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La verdad es que es un tema que nos afecta de forma muy profunda

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Alejandra
Alejandra
Feb 26

Totalmente de acuerdo, @Ivan del Caz | Director Rural Citizen . Y "sin infancia, no hay desarrollo"... deberíamos plantearnos incluir la perspectiva de infancia dentro de los planes y estrategias de desarrollo demográfico si queremos que las personas jóvenes sientan el arraigo y la pertenencia al territorio. Tener experiencias significativas en la infancia y tener garantizado el acceso a la educación, la cultura, el ocio en las zonas rurales son garantía de que, siempre vas a querer volver...😊

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Así es Alejandra, estrategias de acercamiento del sector primario a las escuelas es fundamental, pero no solo a las escuelas en nuestros pueblos, sino a los colegios de nuestras ciudades.

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Buenos días!


Muy buen artículo, pienso que ya es momento de pasar a la acción, el mundo rural no debe sentirme menos que el urbano, hay que superar esas inseguridades. Debemos comenzar con un trabajo propio, de autorreflexión, mejorando la autoestima rural y de empoderamiento para que el ecosistema rural tenga el papel que debe tener en nuestra sociedad actual.

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Gracias Luis. Como bien dices el cambio de mentalidad y narrativa es clave.

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Se puede decir más alto, pero no con más razón... A por ello!

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